Fuente del Macho (KM 56
A-319) [1] – Viejo camino a la Hoya de Miguel Barba [2] – Tranco del camino de la Fuente del Macho [3] - Arroyo de la Hoya o de los Quemadillos [4] - Cortijo de la Hoya de Miguel Barba [5] – Alberca [6] – Pista de la “Venta
La Golondrina” a la Fuente de los Asperones por la C.F. del Aguadero [7] – Collado de los Quemadillos [8] – Sendero al Cortijo
de Aguas Blanquillas [9] – Cortijo de Aguas
Blanquillas [10] – Tiná [11] – Cueva de los Hippi [12] – Sendero del
Barranco del Arroyo de Aguasblanquillas [13] – Coto Ríos [14]
9 km | 700 m.d.+.a. | 29/01/2020
Hoy hemos tenido la suerte que nos acompañe Ramón, un
lugareño de Coto Ríos que conoce la zona que vamos a andar y que nos guiará por
senderos perdidos y que en su día usaban los moradores de este rincón de la
sierra.
Salimos del KM 56 de la A-319 (carretera del Tranco) cerca de
la Fuente del Macho [1], una
fuente con una historia detrás y que conocemos gracias al relato del libro “La
Sierra del Agua, de Antonio Castillo y David Hoya”,
de aquí salimos en otra
ocasión en la ruta 148,
pero como en aquella ocasión tampoco vimos el camino hasta llegar casi arriba,
por la ladera poblada de romeros, boj y otros arbustos, seguimos al guía por un
sendero [2] que el
usaba para subir y bajar de la Hoya de Miguel Barba.
Pasamos junto a un Cenajo y acompañado por el ruido que hace
la cascada del Arroyo de los Quemadillos o de Miguel Barba en la cascada, enlazamos
con el viejo camino de herradura, en un zigzag a modo de tranco [2], que seguiremos hasta la explanada de la Hoya de Miguel
Barba.
En la Hoya de Miguel Barba [3] reponemos fuerzas y contemplamos el magnífico ejemplar
de quejigo junto a la pista, el fresno con su excipiente brote de vida y la
ruinosa casa. Hay otras cosas que también sorprenden, por ejemplo, la extensión
de la hoya y la llamativa cerca que encierra un experimento con la repoblación
de “pino
canario” y que se según cuentan tiene la propiedad de regenerarse solo
después de un incendio, lo cierto es que esta repoblación llama la atención por
asemejarse a un cultivo (en forma y distribución) y por la poca vitalidad que
muestran los ejemplares vivos.
Visitamos las ruinas del cortijo y su horno [3], nos alejamos en busca de una panorámica de la hoya y
nos acercamos a la alberca [4] que se encuentra cerca de la pista y que cogeremos
hasta el Collado de los Quemadillos. Esta pista sigue hasta la Hoya de los
Aserradores y un poco más adelante se convierte en un jorro que desciende hasta
El Aguadero para enlazar con la pista de la C.F. del Aguadero [5] y que
vuelve a salir a la carretera a la altura del KM 58, junto a la Fuente de los
Asperones.
En el collado [6] parte un sendero [7] que nuestro guía Ramón conoce y que nos baja hasta el
Arroyo de Aguas Blanquillas, lo vadeamos y nos acerca al Cortijo de Aguas
Blanquillas [8], de nuevo en ruinas como todos los
cortijos abandonado o expropiados de la sierra.
Anuncio de la publicación del libro "Por las Sendas de Mackay"
Del cortijo bajamos por los bancales hasta el arroyo y aquí
enlazamos con el sendero que baja a la Venta de la Golondrina pasando por la
tiná [9], nosotros lo seguimos hasta la
zona del cortafuego que sube hasta el Collado de las Pozas,
en este punto
descendemos buscando el Arroyo de Aguas
Blanquillas y un abrigo que Ramón nos
muestra y lo nombra como la Cueva de los Hippis [10] y que según nos cuenta en un tiempo estuvo habitada. Los
saltos de agua se suceden y el sendero [11] se complica en la zona donde hay tubos y arquetas para
la captación de agua. Sorteados los pasos malos salimos al camino que hicieron
para la construcción de la represa y pronto salimos a la carretera a la altura
del cruce de Coto Ríos [12].
Todo el que se aventure
a salir de ruta debe de llevar agua, alimento, ropa y calzado adecuado a la
climatología del día de salida.
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Como norma general: Usar el sentido común.
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