jueves, 12 de diciembre de 2019

RUTA 211 - (OT) - CIRCULAR SIERRA DE TOYA, CASTILLO Y PICO DEL ÁGUILA.



Fuente La Pioja [1] - Ermita de San Marcos [2] - Rambla del Piojo [3] - Castillo de Toya (ruinas) [4] - Loma del Castillo (entre la Rambla del Piojo y el Barranco del Castillo) [5] - Pista de repoblación [6] - Pico del Águila (V.G.) [7] - Loma de la Rambla del Piojo [8] - Casas de Toya [9] - Fuente La Pioja [1]





8.5 KM | 300 m.d.+.a. | 11/12/2019

Salimos de la explanada de la Fuente La Pioja, en la carretera que viene de Peal de Becerro y llega a Toya (K.5 Jv-3263 / JA-7106). Aquí parte un carril que pasa por la Ermita de San Marcos, junto a la Rambla del Piojo, la pista sube hasta el depósito de agua y termina, hay otro carril que sigue hasta Hornos (de peal) y da vistas a la Cámara Sepulcral Íbera de Toya.






Subimos la ladera del cerro que alberga las ruinas del castillo. Este cerro se encuentra en la divisoria de la Rambla del Piojo y el Barranco del Castillo.

  

El Castillo de Toya se encuentra en un estado lamentable, una ruinosa montonera de piedras y aglomerado, impresionan sus sillares donde se sustentaba la fortificación.
«La primera mención al castillo de Toya fue realizada por el geógrafo árabe al-Idrisi, nombrándola como Hisn Tuya, que dependía de Cazorla. Según las crónicas cristianas, en el año 1224, después del saqueo de Quesada, el castillo de Toya fue arrasado por Fernando III el Santo junto con los castillos de Lacra (hoy un caserío a 9 kilómetros al suroeste de Quesada) y Palos identificado a la orilla izquierda del Guadalquivir, cerca de la confluencia con el Guadiana Menor).  El 20 de enero de 1231 este mismo rey otorgó al arzobispo de Toledo las tierras de Quesada y Toya. El prelado conquistó Toya antes de abril de ese año, y la incorporó al Adelantamiento de Cazorla. Entre 1285 y 1312 la zona fue conquistada y perdida en varias ocasiones por los musulmanes. Después de 1310 pasó a la jurisdicción de Úbeda, y a partir de ese momento Toya pierde su relevancia, sabiéndose que ya en el siglo XVII tan solo era un despoblado.»












La altitud de este cerro es baja (538 m) pero las vistas son impresionantes. Disfrutamos de las vistas y continuamos por la loma que nos baja a un carril que nos acerca, entre pinos repoblados, hasta las inmediaciones del Pico del Águila (682 m), lo subimos hasta su vértice geodésico y por la ladera noroeste acometemos la bajada hasta un collado que divide dos ramblas, seguimos por la loma de una de ellas hasta un caracol de piedra abandonado. En descenso seguimos la lomilla que se anda bien hasta llegar a la aldea de Toya, aquí la ladera se inclina buscando la carretera, buscamos el paso más cómodo y descendemos hasta la carretera.








Ya solo falta regresar por la carretera atravesando la aldea pedánea de Peal de Becerro, que apenas tiene tráfico, hasta la Fuente de la Pioja donde dejamos los coches.
Una vez aquí nos acercamos al aljibe y fuente, en ruinoso estado, de la Rambla del Piojo. Más arriba unos tornajos de bañeras (que cosa más fea) sirven de abrevadero a las ovejas y ganado salvaje, estos se alimentan de una captación en un rinconcillo de juncos, una arqueta con llave que guardará el pastor.













En realidad, la ruta es una excusa para hacer hambre, el grupo Los Frescales de los Miércoles llevamos años juntándonos para hacer la habitual comida de hermandad, los componentes habituales quedamos en verano y en diciembre para realizar una ruta corta y luego un largo ágape, pre almuerzo y sobremesa. En esta ocasión pudimos disfrutar de la visita guiada a la Tumba Funeraria Principesca Íbera de Toya o Cámara Sepulcral de Toya.



HISTORIA: «En el siglo VI a.C. se asientan sobre un cerro junto al río Toya gentes pertenecientes al pueblo íbero de los oretanos. Construyen el oppidum de Tugia al estilo de otros similares en la región con la intención de controlar las tierras en el valle del río. Como símbolo de poder, el príncipe hace construir la cámara de Hornos, un túmulo funerario a dos kilómetros al norte del oppidum. Sobre una roca se labra un círculo en forma de tambor y se excava una oquedad donde se depositan en cistas los restos del príncipe y de su mujer. Doscientos años después, en el siglo IV a.C., se construye un nuevo túmulo también al otro lado del río, la cámara de Toya, donde se depositan en urnas los restos incinerados del príncipe, su familia y otros miembros de la aristocracia. El túmulo es cubierto de tierra y pintado de rojo para que desde la ciudad pueda ser visto en todo momento. Con la pérdida paulatina del poder íbero ante Cartago y la posterior conquista de Tugia por Roma, los túmulos van quedando en el olvido. En el año 1.909 d.C. un agricultor apodado de «El Pernazas» encuentra unos grandes bloques de piedra mientras labra la tierra. Con ayuda de su familia busca algún posible tesoro, aunque sólo encuentra vasijas, monedas y algunos otros restos. Una vez que el yacimiento sale a la luz el arqueólogo Juan Cabré comienza con las primeras excavaciones.»
 






Interesante información la facilitada por el guía 

 

Regreso a Peal de Becerro para dar cuenta de los sabrosos y abundantes manjares preparado para la ocasión en el restaurante Peal-Íbero.










Todo el que se aventure a salir de ruta debe de llevar agua, alimento, ropa y calzado adecuado a la climatología del día de salida.
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Como norma general: Usar el sentido común.

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Exención de responsabilidad al utilizar cualquier dato contenido en este sitio web. Los track en descarga son un complemento al trazado de la ruta, pueden contener errores, estar fuera de camino o trazados a mano sobre plano. 

Usar solamente como referencia y siempre bajo vuestra responsabilidad.

 





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